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miércoles, 9 de diciembre de 2009

Quiénes somos? ¿Qué generación de los 90?

Posted on 4:07 by Jorge


Nuestro conejillo de indias, nuestro espécimen en estudio, Jorge Santiago Miranda, reflexiona unos segundos. “Quizás el hecho que evidencia la irreversibilidad de esa transfiguración del joven en el adulto sea el sentimiento de nostalgia”. Ante la inquisición sobre si él ya ha comenzado a sentir nostalgia, duda antes de responder. “No, apenas un dejo de añoranza… Añoranza de cierta potencialidad física, psíquica… Anímica, potencia que hoy, tan sólo, se ha va extinguiendo en mera imposibilidad… Recuerde, mi joven está en el esténtores de su muerte”
El problema es que la aparición de la nostalgia, incluso esa sucedánea añoranza, tiene a distorsionar la realidad, confundiendo la experiencia individual con la colectiva, generalizando vivencias solamente propias. Debemos filtrar del análisis las distorsiones en que incurrirá seguramente nuestro sujeto. Primero debemos atender que no hay una generación de los 90, como no hay una generación de nada, hay distintas generaciones en un mismo momento histórico, cada una determinada por distintas condicionantes de carácter social y económico. Como existe la generación de Miranda, esta convive de modo irreversible con la generación de técnicos filomenemistas que pululan como funcionarios de las grandes multinacionales que los 90 nos han dejado. Si respecto a un específico momento histórico hablamos de una generación es porque ésta ha tenido una trascendencia significativa que de alguna manera tiñe a su época con una impronta característica y propia, lo cual, tampoco, implica que el sujeto histórico que logra esto alcance a constituirse en una generalidad, sino que tan sólo ha tenido un rol significativo en una coyuntura específica.
Si en los 90 hubo una generación significativa fue la que protagonizó los hechos de diciembre de 2001, el inconexo aluvión que derrotó el Estado de Sitio en el combate de la Plaza de Mayo. “Dentro de la militancia, no teníamos el entrenamiento militar de la compañeros de los ‘70”, confiesa nuestro sujeto de análisis y prosigue: “Sin embargo, para el tipo de enfrentamiento que se dio el 19 y 20 de diciembre llevábamos diez o doce años de capacitación constante. Nuestros campos de entrenamiento no estuvieron ni en Cuba, ni en Nicaragua o en la ya extinta Unión Soviética, nos habíamos capacitado hasta la absoluta perfección en estadios de fútbol, recitales y marchas, conocíamos hasta el último detalle cada reacción posible del enemigo, es decir, la Policía, la inmediatez represiva del Estado, no sólo eso, sino que sabíamos que era una batalla total y absolutamente ganable. Aquel combate se libró en nuestro campo y no en el de ellos”
Pero quienes eran esos jóvenes que con un improvisado arsenal de piedras, botellas y cualquier objeto lanzable liberaron una fuerza que ni toda la furia represiva desatada puedo contener. “Éramos desclasados, ni tan siquiera proletarizados, éramos un cúmulo informe de desclasados…”
El origen social de quienes libraron el combate de la Plaza de Mayo estaba en no otro lugar que esa deformidad histórica de la clase media. ¿Pequeñoburgueses? Sí, si se quiere forzar una categorización marxista que en sí dice ya bastante poco al referirse a sectores sociales de carácter residual y en tránsito irreversible a la proletarización. Pero en realidad hablamos de las circunstancias materiales y históricas de la Argentina de la última mitad del siglo XX. La clase media argentina es una deformidad que en gran medida se constituyó por obra y gracias del proceso inmigratorio, primero, y del fenómeno peronista, después, como tal difícilmente puede responder a categorías ideadas para la realidad europea de la segunda mitad del siglo XIX.
La clase media como tal no responde a un criterio político sino que a una mera pseudoclasificación economicista, una deformidad cuyo nivel de ingresos lo pone por encima del mínimo de subsistencia y por debajo de la opulencia del bloque dominante. En su composición encontraremos desde obreros a pequeños comerciantes y hasta profesionales liberales que poco y nada tendrían que ver entre sí, excepto que su bonanza económica se fundamentaba en los intentos de capitalismo autococentrado que llevó adelante el peronismo. Sin embargo, el golpe del 76, la hiperinflación de los 80 y el advenimiento del neoliberalismo en los 90, pauperizó a aquella clase media forjada en el sueño industrialista de la Argentina potencia. Los hijos de esa clase media ni tan siquiera podían “proletarizarse” pues la destrucción del sistema productivo los dejó sin lugar donde realizar ese tránsito. Los hijos de esa clase media tan sólo se desclasaron, alternando empleos eventuales y la desocupación estructural que lejos los ponían de toda especialización inherente al carácter proletario. “Fijate que si debo creerle a los cumpas que estuvieron la Plaza, la ‘fuerza de choque’ ante la represión fueron los motoqueros”, recuerda nuestro sujeto de análisis.

1 Response to "Quiénes somos? ¿Qué generación de los 90?"

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Federico Says....

Felicitaciones por el blog. Muy bueno. Lo puse entre mis enlaces, te invito a visitarlo: http://cruzadasur.blogspot.com/ Un abrazo