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domingo, 18 de octubre de 2009

Los mitos de mayo

Posted on 9:52 by Jorge

El mito fundacional de la supuesta historia argentina es el 25 de mayo de 1810, allí la súbita noticia de la prisión sobre Fernando VII, heredero de la corona española, despertó a un grupo de criollos a las ideas de la Revolución Francesa, y, en menos de una semana, llegaron a irrenunciable convicción de que debían construir una Europa en América bajo los ideales de Rousseau, el único inconveniente que tenían era un cierto papanatas de apellido Saavedra. Muy lindo, muy lindo, pero un completo mito.
Es harto conocida la frase del propio Saavedra, enterado del levantamiento de 1809 en el Alto Perú, sobre que “la breva aún no está madura”: Ni Saavedra era un papanatas, ni la asonada de 1810 fue un hecho aislado, sino la lógica consecuencia de un proceso abierto varias décadas antes. No sería, incluso, necesario remontarse a los levantamientos de Tupac Amaru, los Hermanos Catari o Tupac Catari para describir una situación de convulsión interna en el Virreynato del Río de la Plata.
El levantamiento de Chuquisaca exactamente un año antes del de 1810 y la creación de la Junta Tuitiva en La Paz, parece señalar de por sí que el movimiento emancipador no necesito de la llegada de la goleta HMS Mistletoe para activar repentinamente las aspiraciones revolucionarias de un grupo de jóvenes patriotas. En los hechos, se sabe a ciencia cierta de la actividad de figuras como los salteños José Moldes y Francisco de Gurruchaga al frente de la “Conjuración de Patriotas”, es otro hecho de carácter irrefutable que durante la invasión británica de 1806 muchos de los futuros patriotas mantendrían reuniones con el alto mando inglés buscando la independencia, o, al menos, la formación de un protectorado, como demuestra el pago que José María Rosa denuncia por parte de los británicos de pensiones a comprobados patriotas como Manuel Aniceto Padilla y Saturnino Rodríguez Peña. Los conatos de rebelión contra el poder metropolitano se reproducían en toda América y no necesitaban de la HMS Mistletoe, esta fue sólo la excusa, la argucia legal que justificaría el accionar de Castelli y Saavedra ante la notoria evidencia que se daban las condiciones objetivas favorables para deshacerse del Virrey.
Si la luz de la evidencia hace suponer la ligazón de Castelli, formado en Chuquisaca, y de Saavedra, nacido en Potosí, con la rebelión altoperuana de 1809, la aparición en el complejo entramado previo a Mayo de 1810 de figuras como Moldes, Padilla y Gurruchaga parecen confirmarla. Es más, el propio Saavedra, con su sabida frase sobre que la “breva aún no está madura” no nos deja lugar a dudas.
Sin embargo, el proceso en el futuro Noroeste argentino y el Alto Perú no era más que parte del creciente interés independentista. En el área del Litoral, y aquí hablamos de las presentes provincias argentinas como de la Banda Oriental, el Paraguay y las Misiones Orientales. La primera junta establecida en las Américas fue la propulsada por Francisco Javier de Elio en septiembre de 1808, si bien, esta dista mucho de ser un exponente del independentismo americano no deja de ser la primera aparición pública de los futuros patriotas orientales que aprovechan la profunda tirria de su gobernador contra el virrey francés impuesto por los porteños, sin embargo, el origen de la desobediencia a España se encuentra más al norte, en el territorio de las Misiones Orientales. Remontándonos a figuras como Sepé Tiarayú veremos el germen del futuro ejército artiguista, donde caudillos populares enfrentaron un guerra desigual en dos frentes, por un lado, los invasores portugueses y, por otro, las complicidades y esfuerzos represivos españoles. Si usted desea hacer un correlato con lo que Artigas enfrentará medio siglo después, diremos que no está equivocado.
Mayo no fue una gesta heroica, fue mero golpe de estado dado cuando la base de poder español estaba totalmente socavada. Los heroicos fueron Tupac Amaru, Sepé Tiarayú y los mártires de Chuquisaca y La Paz que se enfrentaron a un poder aún real de España. El signo de mayo es el frío cálculo y voluntad de poder de Saavedra y el oportunismo de los intereses librecambistas de Buenos Aires, pero ese es otro tema.